top of page

Cada vez que Mario Vaquerizo habla muere una lorza

Cada vez que Mario Vaquerizo habla muere una lorza.

Mario Vaquerizo es el personaje de moda. Habla en todas las radios, sale en todas las cadenas de televisión,las revistas se lo rifan..y por su puesto él y su chupi-pandi son el símbolo nacional de lo cool, lo moderno y lo liberal.

E independientemente de lo que que personalmente pueda opinar sobre él, yo siempre me pregunto, qué es lo que tanto le ofende a este muchacho de las gordas, qué es lo que tanto le molesta?

De todas las críticas que a menudo se vierten sobre el marido de Alaska ninguna incide en el hecho de su intensa y cansina apología de la delgadez. A mí me parece un auténtico despropósito.

Si cualquier líder de opinión, famoso o personaje relevante en tendencias, hiciera un constante discurso en favor de la gordura, aparecería una cantidad ingente de personas apelando, como no, a la salud, a la mesura y la responsabilidad.

Pero cuando el Vaquerizo (o cualquiera que lo acompañe en su ideario "esquelético-es-mejor") apunta con su dedo y dice cosas como, “dejemos de ser políticamente correctos, la mezzosoprano Tara Erraught es gorda, y no pasa nada porque se la señale por eso”...a todos les parece bien. Siempre encuentra una horda enfervorecida y aplaudidora por su modernidad y desparpajo. Pero su discurso no posee una pizca de bizarría, al contrario, sólo es la píldora balsámica para luego apostillar la absoluta incompatibilidad de una carrera pública con la orondez..... Y , señores y señoras, así de simple y así de rápido se ha soltado la semilla de la culpa y la vergüenza sobre nuestros queridos cuerpos carnosos....

Por supuesto que la cantante no está en el ranking de las más estrechas del universo...pero esa no es la cuestión.

Lo verdaderamente relevante es que medios de comunicación, entre ellos periódicos tan serios como The Guardian, han criticado su labor profesional por la cantidad de michelines que atesora y no por la calidad de su voz, su trabajo interpretativo o su valía artística. Y diganme sinceramente si eso no apesta de verdad.

...Y al final de todo a mi sólo me queda abatimiento y una mala baba en ciernes que únicamente permite que me broten exabruptos : Cómeme el coño, Mario Vaquerizo, cómeme el coño con pan bimbo!

 Recent   
 Posts  
bottom of page