Puntualizaciones sobre las carnes indomables
Soy gorda. Ni rellenita, ni gordita, ni rechoncha, ni grande, ni ancha de huesos...todos esos calificativos brotan de tu mala conciencia. Soy gorda, y estoy encantada. Los eufemismos son para las ovejas.
Llamar cariñosamente gorda, a tu hermana la gorda, no es un exabrupto, es un mimo.
Que sobreviva eternamente con las chaquetas y abrigos abiertos no es porque tenga más calor de tú, es que no hay ropa de mi talla.
No te obsesiones, no aspiro a ser una muñeca de plástico, soy sólo yo, con mi panza, mis lorzas y mi papada. Los cuerpos diferentes no son feos, el problema es tuyo y de tus prejuicios.
Mi espacio vital es objetivamente más amplio que la media. Así que , que me baje siempre antes de que aparques el coche no es una manía, es que de otra manera tendré que doblarte la puerta, y empujar la hilera de coches para poder escapar del cubículo.
Que no me siente en la acera en las noches de verano para compadrear en la calle no es por escrúpulo, es que no me apetece llamar a la grúa cuando nos movamos.
Que lleve siempre leggins o medias, cuando visto con falda, ya sea bajo cero o con 40 grados, no es por afición, es que soy MUSLIJUNTA. El dolorín después de una tarde de paseos pierna contra pierna no es recomendable ni al peor de tus enemigos.
Ser gorda, no es una invitación para que me recuerdes constantemente cómo llevar una dieta saludable. Espabila!!! Ser gorda y estar saludable es también compatible!!!
No tengo una cara bonita. Soy bonita por entero.
Soy gorda y no estoy acomplejada. Qué susto, no es cierto?? Visto como me gusta, me acuesto con quien me apetece y vivo como quiero...Ya puedes cerrar la boca, creo que se te ha caído la quijada.
No, no sé lo que peso. No tengo báscula, ni la quiero. No es que me avergüence , es que no me importa, no es un dato relevante para mi vida...mucho menos para la tuya. Valgo mucho más que un número.
Soy gorda. No soy un chiste, ni un monstruo, ni la gordi sexy del imaginario colectivo, ni la amiga rompehuesos del grupito, ni la rechoncha feliz. No soy un estereotipo. Tengo cerebro, y mala baba, opiniones, y sonrisas, como cualquier otro ser humano.
Soy gorda. Mis carnes son indomables y voy a estar recordándotelo cada vez que me mires.
Ilustración: Karol Guerrero